La
modernidad y postmodernidad han influido en el desarrollo de los países a nivel
global, la forma de interrelacionarse, lo que conoce como modernización ha
hecho un desigual espacio de dialogo donde los países más pobres en avances
tecnológicos y en acceso a estos se les promovía un modelo de imitación de la
idea del progreso que podían proyectar países como Estados unidos o Europa; es
decir que la idea de desarrollo que llegaba de otros países era una visión alejada de la realidad que
impedía conocer otras identidades, y es que como se pregunta Jesús Martin
Barbero ¿cómo llamar progreso a un desarrollo que adquiere una motricidad independiente
de las necesidades y las exigencias del hombre? ¿Cómo seguir creyendo en la
capacidad emancipatoria?
En
la post modernidad, el “post” no es lo
que le continua a modernidad en el caso de sud America sino de ese cambio de
que el sistema "moderno" debe ser superado cambiado, porque lo llamado moderno solo muestra una pequeña
parte de la realidad de acorde se las necesidades de los países llamados
desarrollados y no de los pueblos latinoamericanos, atravesando por una crisis
ya que se proyecta un progreso vacio, una comunicación transversal, jerárquica,
de arriba hacia abajo apoyado por los medios de comunicación y los avances de
las tecnologías.
Ciertamente
el desarrollo y la comunicación en cuestión de desarrollo ha evolucionado desde
los años 40, pues en América latina la comunicación era de desarrollo, que se
promovía desde los medios de comunicación para insertarles la idea progreso que
provenía de países desarrollados, incitándolos a copiar esos modelos, pero en
la práctica se tiene más allá de paradigmas sino la interculturalidad , que
abarque un proceso interno, donde desarrollo no es un tema apegado a la pobreza
sino a mejorar la calidad de vida de las personas.
A
pesar que los términos que nos permiten comprender que aquello que se ha dejado atrás es el fundamento ideológico de
parte del discurso latinoamericano, y que en consecuencia ahora se enfatiza la
fundamentación empírica de las afirmaciones, donde los conceptos que se
utilizan tienen significados más complejos, que asumen la ambigüedad y la
ambivalencia propias de la época, el debate a la modernidad nos compete, pues al replantear aquel sentido del progreso que
hizo imposible percibir la pluralidad y discontinuidad de temporalidades que
atraviesan la modernidad, proyecta a la resistencia de América Latina de dejar
a un lado sus tradiciones y denunciar de alguna manera las contradicciones de
su modernización y las ambigüedades de su desarrollo.
En
los estudios de Peter L. Berger y Thomas Luckmann (1) se sostiene que la crisis de sentido a que están expuestos los
individuos en las sociedades modernas derivan principalmente del pluralismo
moderno, que es un rasgo consubstancial a estas sociedades. Más allá de la
coexistencia en la sociedad de distintos sistemas de valores y de sentido, este
pluralismo se caracteriza por el hecho de que esos sistemas compiten
abiertamente entre sí, con lo cual las interpretaciones incuestionadas de la realidad
tienden a transformarse en hipótesis
Lidia Girola (2) señala que en la llamada crisis de la modernidad van a aflorar,
al igual que hoy, el problema de las nacionalidades y la democracia en los pueblos, forma esta última que pareció
dar cabida a la diversidad manteniendo un momento de unidad en la construcción de la política, asegura que la crisis de la
modernidad puede decirse que comienza a expresarse en el hecho de que ésta no
supo dirigir eficientemente su brújula hacia sus objetivos; hay que puntualizar que comenzó con la exaltación de
la razón, alzando al hombre a la cima, pero terminó asesinándolo en su carrera
por el "desarrollo" acompañada por su desenfrenada idea de
"progreso"; es así que la democracia representativa terminó con la participación
real de los actores.
Para JOSE JOAQUIN BRUNNER (3) La cultura tradicional se
estructura en tomo de comunicaciones y es con la modernidad que se produce
nítidamente un paso desde esas formas de comunicación a la comunicación
predominantemente institucionalizada que hace uso de medios tecnológicos
crecientemente complejos, los que permiten producir bienes simbólicos para
públicos.
Es asì que la
postmodernidad en América Latina es menos cuestión de estilo que de cultura y
de política, el problema está en apostar por un proceso qye ayude a la separación
que atribuye a la élite un perfil moderno al tiempo que recluye lo colonial en
los sectores populares, que proponga al Estado dedicarse a la conservación de
la tradición dejándole a la iniciativa privada la tarea de reorganizar e
inventar, que permita incrustar adecuadamente a la modernización tecnológica ,
pero eso no será posible mientras se profese miedo a la industrialización de la
creatividad y la democratización de los públicos; ya que la cuestión es recrear
las formas de convivencia y deliberación de la vida ciudadana sin reasumir la
moralización de los principios y la cosificación de los sujetos sociales, dejando de lado también
ideas de que en la modernización, los más
pobres deberían adquirir un modelo por imitación, donde se difunda una idea de progreso , que lleven a países
como el nuestro a no se sentirse identificados
porque se descuidaba la parte cultural, el contexto ; el dialogo horizontal.
Por
ello, la modernización o modernidad como se afianza en países como el nuestro
el desarrollo de debe apostar por iniciativas que permitan reconstruir las identidades sin
fundamentalismos, rehaciendo los modos de simbolizar los conflictos y los
pactos desde las reapropiaciones, una modernidad donde el desarrollo debe ser
tomado desde todo punto de vista de revalorar lo nuestro como el arte el
folclore las costumbres a gran pluralidad y diferencias que tenemos deben ser
el punto de partida para una conceptualización de modernidad más de acuerdo a
lo que nosotros somos como latinoamericanos, como ciudadanos y el trabajo de
los comunicadores es activar su sentido de escucha hacia los pueblos ricos en
identidades culturales, donde se busque una mejor calidad de vida, superando el
complejo de inferioridad que los modelos que opacan el empoderamiento ciudadano
y su participación, así como su igualdad en condiciones.
Referencias :
Revistas :
Video testimonial :
http://www.youtube.com/watch?v=GI_uwCQyZck
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