Había una vez una reina muy bella que tenía una hermosa hijastra llamada Blancanieves; pero ésta era muy joven y vanidosa. Blancanieves siempre atormentaba a la reina burlándose de estar envejeciendo y la reina decidió darle una lección enviándola a vivir con unos sabios enanitos, para que aprendiera a ver las cosas desde lo más simple; sin embargo ella ofendida quiso quedarse a vivir lejos de su madrasta ya que quería salir y ser libre.
En la casa de los 7 enanitos, Blancanieves fue bien recibida por ser bella y hermosa, además ella intentaba seducirles para que la sirvieran en todo lo que ella quería; sin embargo al pasar los días los enanitos se dieron cuenta que no le gustaba hacer nada, pasaba horas frente al espejo mirándose y repitiendo: “Soy la más hermosa del mundo y queria que los indefensos enanitos le digan lo mismo bajo amenaza”, entonces cansados e indignados por tal haraganería decidieron llamar a la reina para que la recogiera.
Al día siguiente llego la reina vestida de ancianita llevándoles manzanas y le rogo que volviera pero ella cogió una manzana y embocándola se empezó a reír diciendo: “nunca volveré estoy cansada de que me estés repitiendo que hacer aquí soy la reina y esperaré un hermoso príncipe que me salve de estos enanos aburridos”. Entonces se atoró con la manzana por estar riendo demasiado y cayó casi muerta al suelo; la reina asustada le decía que luche por su vida y lloro amargamente.
Llegaron los enanitos y llamaron a un médico para que la salve pero ella mientras estaba inconsciente escucho que los enanitos decían que la reina (madrasta) debe resignarse y que además ella era una persona hermosa pero todo era vanidad y holgazana; pero la madrasta le rogaba al doctor que haga lo posible. Blancanieves sentía que había defraudado a todos los que conocía y no quería despertar.
El médico luchaba por salvarla diciéndole que debe luchar que era joven y podía cambiar lo mal que había hecho su vida y dándole un beso Blancanieves mágicamente despertó, aprendió que nunca es tarde para hacer mejor las cosas siempre y cuando existe alguien a quien demostrarle que puede ser mejor hasta ella misma, así desde ese momento pidió perdón a su madrasta y enanitos y fue feliz junto a su príncipe que le enseño valorar más las cosas. ¡Colorin colorado este cuento se acabado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario